Va de un madrileño a la Plaza Cataluña de Barcelona, y se sienta en un bar, llama al camarero y le dice: "Chico, ven aquí."
El camarero llega y le dice:
"Perdone pero en Barcelona, no se dice Chico, así que no me vuelva a llamar
así... Puede llamarme Nen o Noy... pero chico no, no lo vuelva a decir".
El madrileño se empieza a mosquear y le dice:
"Vale, Tío, no pasa nada. Ponme un vasito de cerveza".
A lo que el camarero le contesta:
"Aquí en Barcelona no tenemos vasitos de cerveza, le puedo poner una
cerveza, una caña, una jarrita, un tubo, un quinto, una mediana, o una birra.... pero un
vasito de cerveza... no!!"
El madrileño ya con un rebote de cojones le dice:
"Cojones, pues ponme una caña, Nen. Y de camino tráeme unas
aceitunitas."
El camarero mira al "madrileño" con desprecio y moviendo la cabeza
hacia los lados dice:
"Aquí en Barcelona no tenemos aceitunitas, le puedo poner unas olivas
si quiere..."
El madrileño aguantándose para no lanzarse a por el camarero le dice:
"Un segundo tú, que tengo una curiosidad, aquí en Barcelona ¿cómo se llama a los gilipollas??"
Y le contesta el camarero:
"Aquí no los llamamos, vienen solitos por la N-II"
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