Sería tan fácil poetizar tu sonrisa,
hacer rima de tus ojos saltones,
crear el más bello poema
de todos esos rasgos
que te hacen virtuoso.
Pero escojo el tramo difícil
y voy a versar sobre
los que consideras tus defectos
y por los que yo tengo debilidad
y adoro...
Adoro tu temblor de manos,
tu incesante parpadeo,
la sudoración que impregna tu camisa.
Adoro tu sutil timidez
y también tu valentía cuando,
alguna vez,
abandonas tu zona de confort.
Adoro esa mirada esquiva
sentida en mi cuerpo recorrido
más el ligero rubor
que combina perfecto
con el carmín de tus labios.
Adoro tus andares sigilosos
en los que pisas plumas
y levantas alas de ángel.
Adoro tu inseguridad,
esa pizca de falta de autoestima
que te hace adorable
y en consecuencia, bondadoso.
Porque no podría amar a nadie
que rebose aplomo;
te juro que no podría.
Definitivamente,
lo que más adoro
es tu bondad.
La adoro y
te adoro.
Molt bonic!!
ResponEliminaMil gràcies, Josep!
EliminaMaravilloso!! escribes de una manera superlativa.
ResponEliminaSaludos
Waw! Superlativo es... demasiado!
EliminaGracias y saludos.
Però la bondat no és un defecte.
ResponEliminaVet aquí... els defectes que ens veiem a nosaltre mateixos, sovint són virtuts.
EliminaGràcies!
Bella cualidad .
ResponEliminaBesos.
La más bella.
EliminaBesos, Amapola.