Un regalo para mis oídos

Regálame los oídos y te regalaré mi boca. Ésa que se equivoca y equivoca, y tiro porque me toca. ¿Que no toca?
Pero tú, regálamelos. Regálamelos de halagos, de besos y abrazos, de caricias de gato y lametones insomnes, deformes por el deseo -y Morfeo que no me deja dormir...-
Aunque si tú quisieras decirme lo que yo quiero, eso que sabes, eso que creo, si quisieras, sería medianamente feliz.
Embáucame con tus malas artes, que me dejo ¡échame los tejos!
Regálame los oídos pues, de engaños, de ilusiones de antaño y envuélvemelo en papel de estraza y un lazo de satén carmín.
Ten por cierto que me lo llevaré a la boca, esa que se equivoca y equivoca. La que espera ser regalada de oídos que no de oídas, de días de espera, majadera, para ser medianamente feliz.
Regálame los oídos y te reglaré con gusto, mi boca.

Fotografia pròpia

 

"Todo era de los otros y de nadie, hasta que tu belleza y tu pobreza llenaron el otoño de regalos." (Pablo Neruda)