Un racó en el que es permet somiar. Tanca els ulls i estén les ales...
dimecres, 15 d’octubre del 2014
No muerdo
—No muerdo —decía, mientras se relamía... —¿Ah no? ¿Pues para qué te quiero? Fue entonces cuando se dio cuenta de que fuera cual fuese su propuesta, habría meditada respuesta. Afiló sus bigotes, sacudió sus zapatos y se escabulló por el callejón llamado deseos rotos.
Hay siete vidas en esa mirar felino , siete callejones aún sin nombre, siete razones (o más) para dejar que las uñas felinas dibujen un corazón sobre el vaho del cristal pero sin mirar de reojo ( el gato es negro como la noche y no sabes si lleva chip)
Hahaha! pobre mixino
ResponEliminaTant com pobret, no sé... ;-)
EliminaGràcies, Paco!
Esgarrapes si t'intenten fer moixaines?
ResponEliminaAixò li hauríem de preguntar al gat, però diria que només miola i prou... :)
EliminaMerci, Xavier!
Muy lindo relato.
ResponEliminaUn beso.
Muchas gracias, Azzul, por la visita y el comentario.
Elimina¡Besos!
Hay siete vidas en esa mirar felino , siete callejones aún sin nombre, siete razones (o más) para dejar que las uñas felinas dibujen un corazón sobre el vaho del cristal pero sin mirar de reojo ( el gato es negro como la noche y no sabes si lleva chip)
ResponEliminaUn abrazo .
( me encantan los gatos)
...y siete "gracias" por tu siempre atenta mirada, felina o no.
EliminaUn abrazo, Jaime.