—Te odio.
¿Por qué sonríes? ¿Te burlas de mí? Te he dicho que te odio.
—Ayer me ignorabas. Hoy me odias. Y mañana o quizás pasado, a más tardar, dirás que me quieres.
—¿Cómo puedes afirmar eso con tanta seguridad? ¡Es absurdo!
—Absurdo sería que me quisieras des del primer día hasta el último de igual forma y con la misma intensidad. Es este boomerang de emociones el que hace sentirnos vivos y el que da vida al amor. Así que hoy ódiame, con todas tus fuerzas si quieres, porque mañana o quizás pasado, me amarás más que a nadie y que a nada. No tengo prisa para el amor…
Com cantava Gigliola Cinquetti el 1964:
ResponElimina"...Lascia che io viva,
un amore romantico
nell'attesa che venga quel giorno
ma ora no,
non ho l'età non ho l'età per amarti,.."
No tengo edad para el amor... Bonica referència, Xavier.
EliminaGràcies!
y, pese a todo, el amor viejo aún tiene menos prisa. Gracias por la MusaH
ResponElimina:)
El amor, tambien el viejo, no entiende de minuteros.
EliminaGracias a ti por tu atención, y tus bigotes. :)