Sentémonos al porche
a esperar envejecer.
Cuando caiga la luz de la tarde
y los últimos rayos doren el maíz,
que dan brillo a tus mechones,
moriremos.
Vayamos al porche.
Yo me sentaré en el banco
y tú en la mecedora
en la que una vez
tejiste nuestros sueños.
Y cuando la última lágrima
repose en el surco
de tus bellas arrugas,
será el anuncio del final,
de nuestro dulce fin.
Sentémonos al porche
a esperar envejecer,
juntos...
Tinc la sensació d'haver-ho viscut, el record em traeix.
ResponEliminaJa pot ser... potser un déjà vu?
EliminaGràcies g.
Que aquest moment arribi a poc a poc i serenament.
ResponEliminaI ben a poc a poc, no hi ha pressa...
EliminaGràcies Xavier.
y , además, sin prisas.
ResponEliminasentarse hasta que los visillos se cansen de volar o hasta que la hojarasca se convierta en una gran roca y esa última lágrima sea besana de un nuevo día sin prisas y con sed de edad en a piel.
Un petoh o más
Sentarse hasta que las violetas de los maceteros del porche se marchiten y dejen de desprender su aroma.
EliminaUn besoh violeta.
Sentémonos al porche para leer a MartinaH,
ResponEliminasaludos
Que bonito, gracias Guillermo.
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